Biodanza el Ser Mujer es un encuentro mensual de dos viernes al mes, abierto a mujeres tanto que ya conocen la Biodanza, como para mujeres que desean conocerla con este grupo especial solo de mujeres.
“Una Mujer que toma conciencia de su ciclo y las energías inherentes a él también aprende a percibir un nivel de vida que va más allá de lo visible, mantiene un vínculo intuitivo con las energías de la vida, el nacimiento y la muerte, y siente la divinidad dentro de la tierra y de sí misma.”
Luna Roja, Miranda Gray
Uno de los propósitos de Biodanza el Ser Mujer es recuperar nuestra compresión intuitiva y la creatividad que conforman la base de nuestra naturaleza.
El año pasado emprendí este proyecto llamado “Biodanza y Ser
Mujer”, con la inquietud de unirnos como mujeres para sanar, nutrirnos,
conocernos mejor y respetarnos. Compartiendo ese anhelo de las mujeres de la
tribu que se reúnen para crear juntas, danzar, sangrar, incluso llorar o gritar
cuando lo necesitas.
Hemos danzado con nuestras sombras, hemos danzado nuestros
ciclos conectadas con la luna, los arquetipos de la
Doncella-Madre-Hechicera-Anciana, hemos sembrado nuestra sangre lunar y ciclo
tras ciclo, liberándonos más y conectadas con nuestra esencia de mujer.
Este nuevo ciclo, con un impulso renovador y con el corazón en la mano, emprendo este
Círculo de mujeres junto a Erika Cervera, compañera de viaje en mi vida,
llevamos muchos años trabajando juntas desde nuestra adolescencia como
artesanas y en la actualidad con la Biodanza, son muchos pasos recorridos en
unión, muchos viajes por España, Marruecos, Italia… hemos crecido juntas desde
nuestra infancia, hemos compartido nuestra carrera de Bellas Artes y con
encuentros y desencuentros, creo que es el mejor ejemplo vital de lo que
queremos trasmitir con este nuevo proyecto de “Biodanza el Ser Mujer” …Crear
esa hermandad entre mujeres, sanar nuestras envidias, miedos, soledad, celos…no
estamos aquí para competir, estamos para ayudarnos y cuidarnos, para crecer
juntas y superar nuestras limitaciones, re-educarnos. A veces el recorrido no
es fácil, pero juntas todo es posible.
Estoy a punto de cerrar mi ciclo de 35 vueltas al sol y mi
humilde camino como mujer, esta lleno de experiencias que me llevan a conocerme
cada día más y a compartir todo lo
aprendido. Desde bien jovencita un amigo me regalo el libro de “Luna Roja” de
Miranda Gray, fue en el 2000 mis primeros años de carrera, fue muy lindo que me
lo regalara un hombre, en aquel entonces yo tenía menstruaciones muy dolorosas
y a veces me pillaba con mis amigos por ahí, él que es un hombre muy sensible
vio un día el libro y pensó que me podía ayudar y después de 14 años aún sigue
ayudándome, ese libro se lo dejé a más de 10 mujeres y aún sigue dando vueltas,
pues decidí comprarme otro y que ese siguiera llegando a las mujeres que lo
necesitaran. A partir de ahí empecé a participar en círculos con mujeres,
desperté mis dotes sanadoras con el Reiki, mis reglas nunca más fueron
dolorosas, empecé a sembrar mi sangre y a bendecir mi ciclo lunar.
Me fui con las “Mujeres que corren con lobos” de Clarissa Pikola, descubrí mis Diosas con “Las Diosas de cada Mujer” de Jean Shinoda Bolen, honro a la sabiduría ancestral con “La Voz de las trece Abuelas” de Carol Schaefer, sané con el huevo de Obsidiana donde preparé mi templo sagrado para gestar a mi hijo y dar a luz a una madre que descubre sus sombras con “La maternidad y el encuentro con tú propia sombra” de Laura Gutman y en fin son 15 años de investigar, experimentar, aprender, escuchar a otras, meditar, crear, viajar, pintar una colección de cuadros titulada “El espacio interior de una Mujer” y decidir crear talleres con esta herramienta la BIODANZA, que conozco hace 7 años y me hace vibrar y expandir mi conciencia.
Me fui con las “Mujeres que corren con lobos” de Clarissa Pikola, descubrí mis Diosas con “Las Diosas de cada Mujer” de Jean Shinoda Bolen, honro a la sabiduría ancestral con “La Voz de las trece Abuelas” de Carol Schaefer, sané con el huevo de Obsidiana donde preparé mi templo sagrado para gestar a mi hijo y dar a luz a una madre que descubre sus sombras con “La maternidad y el encuentro con tú propia sombra” de Laura Gutman y en fin son 15 años de investigar, experimentar, aprender, escuchar a otras, meditar, crear, viajar, pintar una colección de cuadros titulada “El espacio interior de una Mujer” y decidir crear talleres con esta herramienta la BIODANZA, que conozco hace 7 años y me hace vibrar y expandir mi conciencia.
Sé que me queda mucho que aprender y madurar pero para mí es
un regalo compartir contigo y aprender de ti en este círculo donde te
proponemos un recorrido por diferentes facetas de Ser Mujer y que hemos creado
con mucho amor para sanar la feminidad en la tierra y equilibrar
energéticamente lo masculino y lo femenino para crear un mundo más amable y
enriquecedor.
PRIMEROS ENCUENTROS DE BIODANZA Y SER MUJER:
(en la sala Kalidoscopi)
"Sesión danzando con nuestra SOMBRA" |
"fASE de la MADRE" |
"fASE de la HECHICERA" |
"fASE de la DONCELLA" |
"fASE de la ANCIANA" |
Cada año hay dos encuentros intensivos en la naturaleza, el primero para el solsticio de invierno y el segundo para primavera.
ESTAS SON ALGUNAS IMÁGENES DE MOMENTOS DEL ENCUENTRO INTENSIVO DE BIODANZA Y SER MUJER
... en el solsticio de invierno del 2013, donde realizamos la primera Ceremonia de Siembra de Sangre Lunar. Con la colaboración especial de Anú Saha Du-tá, una chamana y amiga del alma que nos acompañó con sus cantos sanadores y su tambor chamánico, dándonos algunos mensajes de conexión con esta energía femenina y este ritual de ofrenda de nuestra sangre menstrual. El lugar que nos acogió es la casa escuela rural "LA LOBA". en el Valle de Olba
El solsticio es el verdadero año nuevo. Es el punto más
oscuro del año, es la señal del nacimiento de la luz. Antiguamente toda la
comunidad iba al sitio más sagrado a ver el nacimiento del Sol. Es un buen
momento para hacer la siembra ritual de la “Sangre Lunar”, pues daremos esta
ofrenda a la tierra como una semilla que está bajo tierra en la sombra y pulsa
para nacer a la luz. Esto es un acto de sanación a la tierra a la que la
humanidad ha vertido mucha sangre de sufrimiento, muerte y guerras, y con esta sangre de vida, de creación, la tierra sana,
es un acto de amor a ella.
Es en la siembra de la “Sangre Lunar” a la Tierra donde
despertamos los códigos de la Diosa Interna que reside en el seno de cada
mujer. Ella es quien indica que aspectos en nosotras podemos trabajar para
restaurar nuestro poder y dignidad femenina.
Con la siembra de la “Sangre Lunar” se producen
movilizaciones importantes en nuestras vidas. La Esencia Femenina que reside en
Ella tiene mucha fuerza y va a indicarnos lo que nos corresponde y lo que no,
se lo va a llevar para ponernos en nuestro auténtico camino.
ALGUNAS IMÁGENES DEL II ENCUENTRO DE BIODANZA Y SER MUJER
en primavera del 2014, donde hicimos la
II Ceremonia de Siembra de Sangre Lunar.
Y subimos a la montaña en un caminar chamánico poniendo nuestro propósito y con nuestras faldas largas conectadas con ellas a la madre tierra aqí os comparto un artículo que resuena en mi corazón y comparto totalmente.
por Jan Dael
La mujer desde la pre-historia
usó faldas, que dejaban en una conexión total y haciendo un puente perenne
entre el chakra raíz y el área sexual femenina, teniendo así el flujo de
energía activa constantemente.
Los antiguos sacerdotes Atlantes, Egipcios, así como Jesús, Buda
entre otros usaban faldas, permitiendo la comunicación constante y el flujo de
energía entre la Tierra y el área sexual, esa misma que les daba poder. Aún en
nuestro días los sacerdotes y gente que maneja el poder sagrado usan faldas
para tener este puente energético activo.
Es importante que la mujer moderna recuerde la importancia de
permitir el paso de la energía de la Diosa de la Tierra, hacia el útero que es
en donde se puede crear todo con el uso o enfoque mental, y así tener más poder
de lo externo y de lo interno. Es necesario que la mujer regrese al uso de las
faldas, para que vaya sanando día a día este puente, y haciendo que su chakra
Raíz regrese a estar firme, pleno y poderoso así como brillante para un mayor
poder, y así levantar por este mismo medio la Energía Kundalini para bien de
ella y del planeta.
II CEREMONIA DE SIEMBRA DE SANGRE LUNAR
En la Sangre Menstrual
reside también la conexión con nuestros antepasados. No nos extrañemos
si tras la práctica continua de su siembra, empezamos a sentir, a experimentar
con mayor intensidad a nuestros ancestros y ancestras, a nuestra línea genética.
Puesto que despertamos, nutrimos vigorizamos y nos reencontramos con nuestras
raíces, nosotras también nos fortalecemos dejando de ser vulnerables a
condicionamientos externos. Con ello se
nos abre también la posibilidad de trabajar aspectos de nuestro linaje, materno
y paterno.
Nuestra Sangre Menstrual está altamente oxigenada lo que
produce la descodificación del ADN. Cuando la
sembramos en la Madre Tierra, ella, lee nuestra línea genética y
sabiendo quien somos y como está nuestro estado de salud física, emocional y
espiritual…reestructura nuestros datos y empieza a trabajar para devolvernos
nuestra verdadera identidad. Nos muestra también, las medicinas que puedan
sanar las heridas, especialmente aquellas relacionadas con nuestra feminidad y
las grietas por donde perdemos y cedemos nuestro poder. Mediante nuestra
ofrenda también informamos a la Tierra del estado del ser humano y puesto que
la Sangre Menstrual es sangre de Vida, no sangre de muerte como la que se
derrama en las guerras, sanamos y nutrimos a nuestra Madre, transmitiéndole la
vibración del amor y de la vida.
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